A respirar también se aprende

Sin importar si recién te das cuenta de que la respiración sirve para algo más que estar con vida, o si hace mil años que practicás yoga o alguna otra disciplina que usa la respiración, este artículo te invita a redescubrir tu respiración para mejorar tu salud física, mental y emocional, y traer a tu vida mayor disfrute, plenitud, creatividad, bienestar y calma.

Se nos suele olvidar que a respirar también se aprende. Damos por sentada la respiración y asumimos que sabemos respirar porque lo estamos haciendo pero en realidad la respiración se está haciendo por sí misma como un acto involuntario la mayor parte del tiempo… como si fuera algo que nos sucede y no algo que hacemos…

La respiración es un espejo de lo que sucede en nuestro interior física, mental y emocionalmente. A través de la respiración nos adaptamos al entorno, a las exigencias de las distintas situaciones y nos preparamos para la acción. Y esto es fundamental. Es absolutamente necesario que la respiración se produzca como proceso involuntario que nos ayuda a adaptarnos al entorno.

Lo que no sabemos o se nos olvida es que contactando la respiración y usándola de forma intencional podemos influir en esos estados internos y traer mayor armonía, equilibrio y claridad a nuestra realidad interior… Esto es lo que se llama regular desde abajo hacia arriba (abajo siendo el cuerpo y arriba siendo el aspecto mental/cognitivo).

En vez de tratar de usar un enfoque de arriba hacia abajo, es decir desde lo mental a lo físico, y convencernos o hablarnos para tranquilizarnos, lo hacemos directamente hablando el lenguaje que entiende el cuerpo y cuando el cuerpo vuelve a ese estado de armonía, que en realidad es el estado natural, ahí le ‘avisa’ (le envía las señales necesarias) a la mente que ya no hace falta estar alerta o vigilante, o que ya no está en peligro y puede volver a un estado de mayor armonía mental.

A través de la respiración le comunicamos a nuestra realidad interna que es posible y seguro volver a un estado de mayor calma y armonía.

Por esto es que hoy queremos compartir una práctica que se centra en la respiración para que la puedas empezar a explorar, a utilizar en distintos momentos y de a poco vayas notando cómo influye en tu realidad interior y qué cambios se producen en tus sensaciones físicas, en tus emociones, en tus pensamientos y diálogo interno.

Para empezar con esta práctica te invito a buscar una posición cómoda en la que tu cuerpo se sienta sostenido. Luego llevá tu atención al movimiento de tu respiración, al ir y venir del aire, a las sensaciones en tu cuerpo al respirar, como si te quisieras hacer verdaderamente presente en tu interior y en lo que sucede en tu realidad interna ahora. Podés cerrar los ojos por unos momentos y sumergirte en tu interior.

Cuando sientas que es el momento adecuado, vamos a empezar con la práctica que se llama Respiración Escalonada. Para esta práctica vas a hacer inhalaciones muy cortas, seguidas de una breve pausa, y luego de otra inhalación corta y una pausa… Este ciclo se repite hasta que sentís que tus pulmones están llenos. En ese momento dejás que la exhalación se haga con libertad y profundidad, y descansás por unos momentos permitiendo que tu respiración vuelva a su ritmo natural…

Sin apurarte, cuando quieras continuar, hacé una breve inhalación seguida de una pausa. Y así, simplemente seguí el ciclo inhalación-pausa, inhalación-pausa, inhalación-pausa hasta llenar tus pulmones. Luego permití que tu exhalación ocurra libremente, dándote tiempo para disfrutar y relajarte.

¿Qué tal si lo intentás ahora y ves cómo te resulta? Incluso al explorar esta práctica por primera vez, para familiarizarte, es posible que empieces a notar cambios en tu experiencia interna.

Te invitamos a volver a esta práctica cada vez que te des cuenta que hay agitación, enojo, ansiedad, o confusión interior para recuperar un ritmo orgánico y armónico.

Por favor, recordá que al ser este un trabajo no-supervisado es fundamental que respetes tus propios límites, tiempos y ritmos naturales.

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