Hoy te proponemos una exploración un tanto distinta a las habituales. En esta oportunidad vamos a usar el movimiento y el sonido como medios para cultivar en nuestro interior un estado de quietud y de silencio. Suena un poco contradictorio, ¿no? Sin embargo, muchas veces no podemos encontrar el silencio y la quietud por la simple razón de que existe en nuestro interior una necesidad de movernos y de expresarnos a través del sonido que no hemos logrado satisfacer todavía.
Por esto hoy te invitamos a jugar un poco con el movimiento, con tu respiración, y con los sonidos; a experimentar el contraste entre momentos de calma y quietud, y momentos de mayor actividad para ver qué va surgiendo y cómo va cambiando tu experiencia interna.
Como siempre, te recordamos que al ser este un trabajo no-supervisado es fundamental que respetes tus propios límites, tiempos y ritmos naturales. No te esfuerces o vayas más allá de lo que te resulte cómodo. Si al explorarte te das cuenta de que necesitás apoyo adicional, o si querés profundizar en estas prácticas, o sumarte a uno de nuestros grupos de exploraciones, suscribite a nuestro newsletter para recibir más información.