No hay guía mejor que tu propio cuerpo!

Foto de Rodnae

¿Qué hacés cuando sentís confusión o desorientación? ¿Quién se vuelve tu guía y sostén en esos momentos? Experimentar momentos de confusión, ruido mental, o en los que simplemente no sabés qué hacer es una experiencia de lo más común y frecuente… hay momentos en los que suceden tantas cosas en nuestras vidas, o que tenemos tantas exigencias, que es natural sentir que estamos perdiendo el rumbo y que necesitamos parar un poco para reorientarnos… la pregunta que te invito a considerar es: ¿qué hacés vos en esos momentos? ¿A quién o a qué acudís para que te sirva de ‘norte’?

En mi trabajo con distintas personas he observado que es muy común buscar esa orientación, esa guía, afuera: le preguntás a tu mejor amigo, a tu prima, a tu terapeuta, o hacés eso que alguien recomendó en Instagram… y si bien las demás personas pueden tener buenas intenciones –y hasta buenas ideas– nadie puede saber mejor que vos qué sentís, qué es lo que te hace ruido o causa confusión, qué es lo que te hace falta y cuál es el hacer más orgánico en ese momento.

Para mi, el aprender a orientarme desde mi cuerpo, desde mi propio sentir, escuchando a mis sensaciones e intuición, ha sido maravilloso y me ha permitido encontrar respuestas auténticas a los desafíos que enfrento. Me ha ayudado a salir de ese malestar o disconformidad que experimentaba…de esas situaciones en las que pensaba ‘hago todo lo adecuado, lo que se supone que debería hacer y aún así sigo en la misma y no obtengo lo que quiero y me siento cada vez más disconforme y frustrada’… ¿Te has sentido así alguna vez?

El aprender a orientarte somáticamente –es decir desde tu propio cuerpo, incluyendo tus sensaciones corporales, sentimientos y emociones, intuición, y tu presencia en el aquí y ahora– puede ser de gran ayuda en aquellos momentos de caos, confusión o indecisión, conectándote con tu verdad, con tu creatividad y con tus ritmos naturales.

En esta exploración te invito a jugar con esta idea de orientarte desde tu propio ser para ver qué surge y qué cambia en vos, en tu forma de sentir y de hacer.

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