Confiando en la inteligencia de tu Corazón

¿Qué ha estado dando vueltas en tu mente últimamente? … ¿Y en tu corazón? ¿Le has estado prestando atención a tu corazón?… Para mí, entrar en sintonía con la inteligencia de mi corazón y escuchar lo que tiene para decirme es fundamental… me orienta, me recuerda lo que es verdaderamente importante, me ayuda a darme cuenta de qué necesito, y me alienta constantemente a redescubrir y ser quien soy…

Es tan fácil desorientarse y perderse. A cada instante hay miles de desafíos y exigencias que te reclaman, te piden decisiones, te llevan a actuar de forma automática o impulsiva, te quieren imponer quién deberías ser… y entre tanto ruido y confusión mental se puede hacer muy difícil saber qué necesitás, qué consejo seguir, cómo actuar, qué decidir… y por más esfuerzo que hagas, mientras sigas buscando afuera alguna solución mágica que resuelva todos tus problemas y conteste todas tus preguntas vas a seguir nadando en un mar de lodo… la buena noticia es que en vez de buscar afuera podés elegir volver a tu propio centro. Podés conectarte con tu propia verdad y buscar una coherencia orgánica desde la cual orientarte. ¿Cómo? Animándote a volver a estar en sintonía con la inteligencia de tu corazón.

La inteligencia del corazón es el flujo de conciencia, comprensión e intuición que experimentamos cuando la mente y las emociones se alinean coherentemente con el corazón. Se puede activar a través de la práctica auto-guiada, y cuanto más prestamos atención cuando sentimos que el corazón nos habla o nos guía, mayor será nuestra capacidad para acceder a esta inteligencia y guía con mayor frecuencia. HeartMath Institute

Me gustaría compartir con vos una práctica simple y hermosa que aprendí de mi mentora, Joan Heartfield, PhD., y que te puede ayudar a empezar a sintonizarte con tu corazón. Antes de empezar te pido por favor que recuerdes que este es un trabajo no-supervisado, por lo cual es fundamental que respetes tus propios límites, tiempos y ritmos naturales. No te esfuerces o vayas más allá de lo que te resulte cómodo.

Empezamos, ¿dale?

  1. Buscá una posición cómoda, llevá la atención a tu cuerpo y las sensaciones físicas que estén presentes, y luego date el tiempo para hacer unas respiraciones profundas. Tantas como sientas necesarias para entrar en contacto con tu cuerpo. ¿Qué sensaciones van apareciendo? Date el tiempo para sentir cada una de ellas.
  2. Lentamente, llevá tu atención hacia tus emociones. ¿Qué emociones parecen estar presentes en este momento? Seguí respirando de forma lenta y profunda, percibiendo cada emoción que surge. Notando sus matices y sutilezas.
  3. Ahora observa tus pensamientos y diálogo interno. ¿Qué pensamientos y qué palabras resuenan en tu interior? Dejá que la respiración te ayude a profundizar y a observar.
  4. Cuando sientas que es el momento adecuado, llevá tu atención hacia tus niveles de energía, ¿qué sentís? ¿Cuánta energía se está moviendo a través tuyo ahora?
  5. Seguí respirando de forma lenta y profunda mientras dejás que tu atención se pose sobre tu corazón, como si pudieras entrar en tu corazón y simplemente descansar allí. Luego considerá las siguientes preguntas: ¿cómo te gustaría sentirte realmente? ¿Qué querés que esté más presente en tu vida? Dejá que la respiración te ayude a profundizar y a escucharte. Date tiempo.
  6. Y luego preguntale a tu corazón: ¿Qué paso podría dar para sentirme así? Escuchá con mucha atención lo que tu corazón tiene para decir. Puede que te sorprendas :)

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