La compasión juega un papel crucial con respecto a cómo te relacionás con vos, con tu experiencia interna y con tu entorno. Estudios alrededor de la relación entre la compasión y el sentirse a salvo sugieren que:
… la compasión se basa en una plataforma “neuronal” que permite a un individuo mantener y expresar un estado fisiológico de seguridad cuando se enfrenta al dolor y al sufrimiento… Vagal pathways: Portals to compassion.- Porges, S. W. (2017)
Si podés sentir verdadera compasión hacia vos, entonces estás transmitiendo un mensaje muy poderoso y valioso a cada parte, aspecto y dimensión de quién sos: no hay peligro en explorarte, no te vas a criticar o atacar a la primera oportunidad o señal de vulnerabilidad. En cambio, hay compasión que puede nutrir y ayudar a sanar. La compasión puede ayudarte a reconectarte con una realidad interna de cuidado, amor, comprensión y seguridad, todo disponible y listo para apoyarte en tu propio camino de autodescubrimiento y bienestar.
Permitir que la compasión esté presente en tu realidad interior es hacer una gran elección de vida. Es declarar con fuerza y certeza: lo que sea que esté sintiendo o experimentando en este momento, cualquier cosa que haya hecho o dejado de hacer, lo que sea que me haya sucedido, no lo juzgo ni me condeno. No hay juicio ni culpa. Ahora puedo amarme incluyendo todo eso. No me voy a lastimar ni me voy a hacer miserable. Elijo amarme, explorarme, descubrirme, aprender y crecer.
En la siguiente exploración, te invito a empezar a entrar en contacto con la compasión. Animate a dejarte llevar por tu creatividad y tu intuición, date el tiempo para explorar y descubrir cómo hacer que esta exploración se vuelva verdaderamente tuya.
Como me dijo una de las participantes del grupo de Exploraciones Somáticas:
Me siento más segura de mí misma y me tengo más compasión. Respiro y ofrezco a mi cuerpo calma. Puedo pensar con mayor claridad.
A medida que cultivás más y más la compasión, ella brilla desde vos hacia el mundo y hacia quienes te rodean. Podés dar a otros ese regalo: el regalo de haber cultivado tu propia autocompasión.
Por favor, recordá que al ser este un trabajo no-supervisado es fundamental que respetes tus propios límites, tiempos y ritmos naturales.
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